17
Dic

¿Tienes el depósito lleno?

Cada día de nuestras vidas hacemos depósitos en los bancos de memoria de nuestros hijos (Charles R. Swindoll)

Estoy seguro de que no se te ocurriría empezar un largo viaje con el depósito vacío.

Y tampoco lo comenzarías llenándolo de un combustible que no fuese el recomendado para tu motor.

Y ¿qué pasa cuando ese viaje es tu propia vida? ¿Sabes cuánto combustible necesitas? ¿De qué tipo? ¿Cuánto tiempo va a durar el viaje? ¿Cómo repostar?

Te diré algo que suena a perogrullada: Ninguno de nosotros trae manual operativo y, por lo tanto, ninguno sabe qué combustible va a necesitar en su viaje vital (y, por supuesto, desconocemos la cantidad que vamos a utilizar en ese recorrido)

Pues entonces, ¡fantástico! Está todo por hacer y por descubrir. Desde el tipo de motor que impulsa nuestras vidas, hasta el combustible más adecuado para hacer que ruja potente como se merece una vida plena; y, por supuesto, sin olvidar las necesarias pausas vitales para repostar.

¿Con qué combustible lleno mi depósito?

A veces te encuentras con esa duda y no sabes qué responder. Sabes que estás echando en tu depósito cosas que quizá no son adecuadas, pero vienen en el pack de vida que has elegido, así que, dejémoslas ahí. No tengo tiempo ahora de andar seleccionando.

En ocasiones sientes que el rendimiento de tu motor, de tu vida, tampoco es el que esperabas y quieres cambiarlo. Bien, eso es una buena señal. Has identificado el problema y eso te impulsa a querer modificarlo, arreglarlo. Ya, sí, bueno, es que ahora no me viene bien, tampoco es para tanto. Puedo aguantar un poco más en esta situación.

¿Hasta qué nivel lleno mi depósito?

En la Formula 1 de automovilismo se suele iniciar la carrera sin el depósito a tope. El coche pesa menos y se prioriza el alcanzar una ventaja sobre los perseguidores y luego volver a repostar. El equipo ha planificado cada momento de la carrera y por eso pueden hacerlo así.

Quizá tú también sales con el depósito medio vacío, pensando que en el camino podrás repostar, volver a llenarlo. Cuando no encuentras dónde rellenar tu vida, es posible que te conformes con ir más despacio de lo que habías planeado. O, simplemente, te dejas llevar.

¿Y qué puedo hacer?

Muchas veces yo también me hago esa pregunta. Y no siempre tengo la respuesta a mano. De estas situaciones, lo que verdaderamente he aprendido es que cuando he querido solucionarlo solo, todo ha sido más difícil y por eso procuro compartirlo, buscar a alguien con experiencias similares, o sencillamente alguien que pueda ver las cosas desde otra perspectiva.

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